Calais
 

En 2016, Flor viajó como voluntaria al campo de refugiados de Calais, en Francia.

Allí aprendió la importancia de la trastienda de la ayuda: la logística, la movilización de recursos.

Entendió que no siempre ayudar es estar en contacto directo con los receptores, si no ser parte de una cadena inmensa de colaboración, cuyos engranajes son cruciales, cada uno desde lo que hace.